DAHIANA PERALTA // ME LLAMO KISASA
Me llamo Kisasa
Entrevista a Dahiana Peralta
Dahiana Peralta es una artista visual dominicana cuya práctica se caracteriza por el uso de la pintura, la ilustración de moda y técnicas mixtas para construir narrativas íntimas y simbólicas. Su obra “Me llamo Kisasa” se inscribe dentro de esa búsqueda identidad. El término Kisasa, que en suajili significa “moderno”, expresa la intención de reconciliar el presente con el pasado a través de una figura que afirma su identidad desde el Caribe.
¿Cómo surge la obra “Me llamo Kisasa”?
Explorar la diversidad, la belleza y la herencia del Caribe es parte esencial de mi práctica. En ese proceso investigativo buscaba construir una imagen que hablara de la mujer afrodescendiente dominicana, desde su complejidad histórica, cultural y estética.
¿Qué elementos simbólicos componen a Kisasa?
La figura está adornada con símbolos inspirados en la iconografía del pueblo Fula, otras culturas de África Occidental, subsahariana y el Caribe. Las texturas funcionan como un archivo estético y sensorial; una superficie viva donde lo vivido se graba a través del tacto.
¿Qué función tiene el entorno visual en la obra?
Kisasa lleva sobre la piel un relato múltiple que culmina en “la belleza como formas de permanencia”. Sus elementos dialogan con los colores y formas del Caribe, un gesto consciente de afirmar el entorno que me nutre. Todo es parte del lenguaje narrativo de la obra.
¿Cuál es el mensaje principal que transmite Kisasa?
La cultura dominicana es el resultado de siglos de resistencia, hispanidad, mestizaje y migraciones. Desde los pueblos originarios y los africanos esclavizados, sus tres movimientos independentistas, hasta la llegada de los cocolos (afroantillanos de las antiguas colonias británicas). Cada aporte, merece ser reconocido y valorado con el mismo respeto y afecto, sin jerarquías ni distinciones.
¿Qué esperas que despierte en quienes observan la obra?
Kisasa es una afirmación, que se nombra y se reconoce como parte de esa historia profunda. No es decorativa ni sumisa, dice: "estoy aquí, me nombro y me reconozco como parte de una historia profunda". Es presencia viva, es mezcla de todo lo indomable, es el Caribe que permanece en pie: más firme que el silencio y sin inclinarse nunca.
Dahiana con sus obras // Foto cortesía de la artista